Dar en el blanco

2 Samuel 11.1-4; Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los amonitas, y sitiaron a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén. 2 Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa. 3 Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo. 4 Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa.

En el tiempo que salen los reyes a la guerra, David de levanta de su lecho hasta la tarde, estaba ocioso no tenía nada que hacer no era el tiempo de estar descansando, era el tiempo de salir a la guerra.

Una cosa si es segura, debemos reconocer los tiempos de Dios en nuestra vida, y aprender a disfrutar de lo que estemos viviendo, saber en qué tiempo estamos. En Eclesiastés 3.1-4 dice la palabra; “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.

David cometió el pecado de adulterio por estar fuera del tiempo de Dios en la hora incorrecta y el lugar equivocado, no tenía nada que estar haciendo allí, y cualquiera diría, pero esa era su casa, “pero no era el tiempo ni la hora, que él estuviera allí”

Todo lo que haces tiene que ver con el tiempo y la hora de lo que haces; no con lo que eres, o sabes hacer, puedes ser buen ingeniero o buen sastre, pero si estas nadando en el mar por ejemplo, no es tiempo de estar midiendo con el metro la ropa o revisando planos. ¿Es tiempo y hora de nadar, o estoy equivocado, porque si no te hundes o no?

Realmente tenemos un allí de Dios para cada uno, y cuando estamos en el allí de Dios, nada nos puede salir mal, porque aún las maldiciones, Dios, las trasformará en bendiciones y las bendiciones te… alcanzarán. Deuteronomio 28.2 DHH; Además, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán por haber obedecido al Señor tu Dios.

En 1 Reyes 17.1-6; Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra. 2 Y vino a él palabra de Jehová, diciendo: 3 Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán. 4 Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer. 5 Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán. 6 Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo.

Vemos como Elías estaba en el allí de Dios, aun las circunstancias pueden ser difíciles, pero como a Elías los cuervos les llevaran un McDonald’s, El Señor no tiene problema en alimentar a su siervo, ¿Qué hubiera pasado si Elías decide no obedecer?, también lo hubiera alcanzado los escases del lugar.

Hay un allí para todos nosotros, hay un trabajo, un lugar, un punto en donde el Señor nos quiere tener para atraer la provisión a tiempo para ti.

No te apartes de su propósito. Así tendrás agua para beber y comida para saciarte.

Di conmigo estaré en el lugar, en la hora, y el lugar, correcto.